EL GENIO DE LO COTIDIANO

Me asombran las rutinas. Los pequeños momentos enlazados de cada día, imprescindibles a días, y aborrecibles en otros momentos. Por más que intentemos saltarnos la monotonía, necesitamos esos instantes, con sus horarios prefijados, sus espacios y ritos delimitados. Porque en ese terreno personal, encontramos refugio.

De igual manera, sigo encendiendo la televisión y buscando mi espacio narcotizante entre sus líneas. A veces cambio de horarios, de canales, de compañía... pero siempre se mantiene el nexo. Cuando me visita la musa, entonces me olvido de nuestro lazo imperecedero. Pero ella no siempre está. Así que la rutina rota por su presencia se vuelve monótonamente televisiva. A veces le gano la batalla, atraída por otros espacios que sí expanden mi creatividad. Otras veces, la debilidad me puede. Me vence la comodidad.

Así que me asombran las otras personas rutinarias. Respecto de mí, el sentimiento está más cercano a la reprimenda. Y todo esto que me asombra es sólo el proceder cotidiano de casi todo el mundo. Pero me asombra, por cuanto tiene de normal. Todos girando hacia el mismo lado, con un tempo personal pero socializado, girando con el mismo giro. Es increíble que no nos hayamos mareado, que sólo algunos plantemos batalla.

Quizás de tanto asombro, me acabe aburriendo. A veces me pasa, pero no puedo evitarlo.

Os dejo con la cita responsable de la reflexión:

"Lo improbable asombra a todo el mundo, lo cotidiano sólo al genio" (Jorge Wagensberg)

Y para ser un genio basta con querer dejarse asombrar, con MIRAR

Reír es arriesgarse a parecer tonto

Ya no me río mucho con la tele. No me refiero a esa media sonrisa irónica que nos aflora demasiado frecuentemente cuando encendemos el televisor. Más bien hablo de las sonrisas abiertas, francas, de las de antes. De las que te dejan relajado, las que conseguían tenerte enganchado a la caja tonta que, desprovista de toda inocencia, te impide reír desuperficialmente a riesgo de parecer tonto.

Esta mañana, las palabras de un payaso malagueño, me han devuelto la sonrisa mediática de antaño. Un tipo raro para los tiempos que corren. Un tipo normal para los raros que aún corren.

"¿Qué es reír? Reír es arriesgarse a parecer tonto. ¿Qué es llorar? Arriesgarse a parecer sentimental. ¿Qué es decir lo que piensas? Arriesgarse a quedar en ridículo. Así que niños, ya sabéis, sólo aquel que toma riesgos en la vida es realmente alguien"

Nada más opuesto al universo mediático despuralizado que me encontraré al encender la tele hoy.

TELEVISIÓN A MI CARTA

Quiero una televisión mágica. Una pantalla que me permita ver todo lo que quisiera mirar. Que proyecte mis expectativas televisivas, con la que establecer algún tipo de nexo telequinésico. Como si yo misma fuera director, guionista, actor... todo en uno... y el plasma me devolviera en imágenes las películas que yo me creo. A veces pienso que tanta revolución tecnológica no me sirve para lo esencial. Para traducirme. Por eso quiero una caja de imágenes inteligente, que reconvierta mis ondas cerebrales en series, cortos, anuncios... en pequeñas piezas audiovisuales que aligeren la pesada carga televisiva de frustraciones y críticas.

Quiero que mi pantalla mágica sea un espejo al mismo tiempo, para reírme de mi misma mientras transfiero por bluetooth mi espectro mental. Verme haciéndome mi propia película inmediata. Así que si alguien me pregunta qué quiero ver en la televisión... le contestaría que sólo quiero mirar para cubrir mis necesidades, que para eso se creó la televisión ¿no?

PÍLDORAS DEPRESIVAS

Me ha dicho un amigo psicólogo que algunos de sus colegas se están pensando utilizar una nueva terapia para la depresión. Imagino que será una coña. Pero a mí me funciona: dejar de ver los telediarios.

Pensadlo... ¿Realmente os informan...? Podéis leer toda la prensa que queráis y consultar toda la información por internet. ¿Os sugieren algo?... Las noticias cada vez están tratadas desde un punto de vista más superficial, para mi gusto... (Creo que si todos hiciésemos memoria, estaríamos de acuerdo en este punto). ¿Modificia vuestras opiniones?... Las mías desde luego no. No voy a cambiar de opinión por cuatro informaciones superfluas y redundantes, la mayoría de las veces. En definitiva, cuando acaba el telediario...¿habéis aprendido algo nuevo?...¿ha cambiado algo?... O, por el contrario, notáis un cierto regusto amargo en la boca... Como si se os hubiera atragantado un trozo de realidad...

A mí me pasa que se me ocurrió pensar sobre esto. Y me di cuenta que, como mucho, lo más que consigo sacar de los "noticiarios" (me encanta esta palabra) es tristeza. La amargura del que se da cuenta que todo es ya un espectáculo, que queremos que lo sea, que nos conformamos.

Creo que deberíamos empezar a hablar de píldoras televisivas, pero para referirnos a las pastillas que nos tendrán que recetar -y sin dejar pasar mucho tiempo- para recuperarnos. Salir de la abulia de esta realidad espectaculizada y desvalorizada. Llamadme crítica, exagerada, agorera... No importa. Lo único importante es que ni tú ni yo nos deprimamos...

Así que si los psicólgos ya hacen bromas con este tema... quizás...

El ágora futbolístico

Ayer la ciudad se quedó desierta. Está naciendo una nueva oleada de emigrantes. Los que emigran de sus vidas a las de los futbolistas. Los bares son las nuevas ciudades prósperas y felices de nuestra era. Las pantallas de televisión son la entrada al nuevo olimpo de los dioses. Donde casi todos encuentran la redención a sus pecados y la respuesta a sus desdichas. Mientras algunos resistentes leen, reflexionan y se lamentan, la mayoría descubren la vía más rápida para llegar a las ciudades de la felicidad. Estas modernas metrópolis están gobernadas por chicos en pantalón corto. La divinidad suprema es el balón. Una nueva religión de fácil adopción, sin biblias, sin reglas... Sin testamentos.

Telehipnosis

Incontables las veces que he intentado llamar la atención de alguien cuando estaba sentado frente al televisor, sin que se inmutara. Es una sensación sumamente desconcertante, porque no te habías planteado que esa persona estuviera sorda como una tapia. Se queda en trance. Por mucho que intentes llamar su atención, gritando, poniéndote frente a la pantalla... parece que está abducido.

Pues resulta que, según he leído esta tarde, cuando vemos la tele, nuestros ojos se inmovilizan. Quizás es algo mundialmente sabido por todos. Yo no tenía ni idea... ¿Por qué se inmovilizan? Porque el ojo al tener que moverse tan rápido para seguir la secuencia de puntitos que conforman la imagen (525 veces una línea, 30 veces por segundo), llega un punto en que se queda quieto. Físicamente, no sé exactamente cómo funciona, y tampoco creo que me interese mucho. Lo que sí me ha llamado la atención es que los ojos al inmovilizarse, también se desenfocan. Y este hecho pone a las personas en un estado de trance, también llamado ALFA.

Un estado de semiconciencia, en el que estamos especialmente susceptibles de ser influenciados...

Así que esa sensación de que han abducido al que tienes al lao cada noche a la hora del fútbol, de la peli, del tiempo... no es que seas muy sutil o susceptible o que te emparanolles, es algo real, físico.

Sin embargo, los adultos son capaces de sobreponerse a ese estado semiconsciente, frente a los niños y los adultos que no tienen la capacidad de mantenerse despiertos frente a la influencia de la pantalla. Aunque esta afirmación de capacidades, personalmente, después de haber visto demasiadas abducciones de gente con unos añitos, diría que debe ser que muchos adultos siguen siendo niños... o perezosos.

Ahora que lo pienso, si todo esto es científicamente demostrable... ¡Quizás no tengamos voluntad como espectadores, no podamos evitar ser borregas!... Ummmm... ¡Qué va, qué va! Es que nos gusta seguir dormidos...

HISTORIAS DE LA PLAYA

Ya llegó el verano, ya llegó la fruta y el que no vea Arena Mix seguro que disfruta (versión inédita y curradísima del alirón estival).

Sí, sí, mis adorados borregos, volveremos a saborear las playas de la costa española y sus interesantes historias. Cómo comerse 4 kilos de pescaíto frito, varios litros de gazpacho, unas tortillitas (de patata, que las francesas adelgazan) y unos cuantos botes de aceitunas entre tres matrimonios de cincuenta y tantos. Los maridos se colocan a un lao pa fumarse unos trujas y echarse una brisca. Sus respectivas se colocan a otro y siguen sacando manjares que ofrecen displicentemente a sus adorados esposos...

Mientras tanto, el periodista al que le han enjaretao grabar a estos señores salidos de un manual de protocolo y buenos modales, está tan harto que se le va la pinza y se pone a grabar a tías buenas. Una derivación periodística totalmente comprensible en un caso como éste.

Pero claro Paco -nombre de nuestro intrépido reportero- se ha quedado ojiplático con un grupo de tías rubísimas, esculturales, que resultan ser inglesas. El cruce de preguntas y respuestas es surreal porque las niñas no hablan español y Paco no puede retransmitir en inglés. Que si pudiera, con tal de seguirles el rollo te convertía el Arena en Sand Mix sobre la marcha... Frustrado porque su reportaje no le permite ligar con esas diosas del olimpo, decide cambiar de escenario.

Los elegidos son un grupo de chavales que a priori parecen estar tirados tranquilamente en sus toallas, y a los que quizás pueda preguntarles alguna cosa cabal. Pero... sí, acertásteis, están durmiendo la mona de la noche anterior, que pasaron, precisamente, con las inglesitas monas. En realidad, están tan perjudicaos que su español suena al inglés de las británicas.

Paco desesperado decide que su mejor opción es irse a hablar con el que tiene el puesto ilegal de sardinas a pie de playa. Quizás pueda preguntarle qué tal van las ventas. El del chiringuito sardinero le mira con cara de pena, sudando la gota gorda, y le contesta que quieren cerrarle el puesto porque resulta que eso es ilegal. Que no entiende por qué no puede él cocinar sardinas en la playa... Que ahora todo es ilegal...

Total, que Paco apaga la cámara y decide que lo mejor que puede hacer es tomarse unas cuantas cañas a ver si se envalentona lo suficiente como para ir a tirarle los trastos a la rubia de antes, no sin antes comerse unas riquísimas sardinas de esas ilegales...

SEÑORITA MISS PERIODISTA

El show business periodístico se ha subido al carro de vender carne. El kilo de pechuga le sale mucho más rentable que el kilo de papel periódico o el metro de cinta magnética. Descubierto el negocio de la venta de carne encubierta, para qué contratar a presentadores profesionales que a lo sumo sean fotogénicos... Mucho mejor señoritas monísimas, de esas que uno ni ve por la calle. Yo sinceramente no sé de dónde las sacan. ¿Alguna vez os habéis cruzado por la calle con tías como Pilar Rubio o Sara Carbonero? Yo, personalmente, creo que lo recordaría...

Así que ahora además de ser multidisciplinar -los nuevos profesionales de cualquier ámbito deben saber hacer un poco de todo y además hacerlo bien- se estila ser guapo, pero muy guapo. Así que plantéate que no sólo tendrás que ser polifacético si no también cuidarte, arreglarte y si te puedes parecer a Sara Carbonero, mejor que mejor. ¡Éxito asegurado! Que sí, que está buena, no lo hace mal... Pero Lorenzo Milá es mejor... no? Además... la belleza no es eterna... Y llamadme loca pero a mí llega a cansarme...

Así que pongámonos con la operación bikini, renovemos el vestuario, vayamos a un centro de estética, refinemos nuestros modales, mejoremos nuestra diplomacia y cordialidad, sonriamos frente al espejo, compremos un nuevo lápiz de ojos... Además de estudiar una carrera, hacer un máster carísimo y buenísimo -a ser posible en los States- y rodearte de las personas adecuadas en los momentos precisos. Si somos capaces de llegar hasta aquí y la madre naturaleza no ha sido muy cruel con nosotros, quizás podamos ser la nueva Sara Carbonero o su homólogo masculino...

¡Suerte en la conquista de la miss (mister) periodista que llevas dentro!

¿Existe un gen egoísta?

Todo el mundo asegura que somos intrínsecamente egoístas. Que la inmensa mayoría de los actos denominados altruistas, tienen una motivación egoísta subyacente.

Sin embargo, parece que científicamente el altruismo real sí exite. Tiene sentido más allá de su oposición al egoísmo. Evita que nos extingamos. A pesar de la afirmación extendida de que para
sobrevivir, primero tienes que pensar en tí...

Os dejo estra entrevista para aquellos que a veces, me incluyo, perdemos la confianza en el ser humano. En la capacidad de ayudar, de amar, de alargar la mano sin necesitar nada a cambio.

Quizás sea verdad que no existe el gen egoísta...


http://www.redesparalaciencia.com/wp-content/uploads/2010/05/Entrevista-de-Eduard-Punset-con-Matthieu-Ricard.pdf

Yo también quiero ser Lolita

¿No me digáis que no os sentís ofendidos cuando estáis viendo alguna serie (se me ocurre ahora...Física y Química) y os dáis cuenta de que un chaval de 16 años tiene patas de gallo?... Es súper cómico. ¿Existe alguna máxima que yo dezconozca que diga algo así como "No interpretarás a un personaje de tu misma edad"...?

"Quizás les pega un personaje de alguien muuuuuuuuuuucho más pequeño. Quizás la edad no se note... Quizás a mí..." (pensando)

Creo que si sigo en esta línea lógica de pensamiento, acabaré
concluyendo que yo también resultaría creíble interpretando a la Lolita de Nabokov... ¡qué mas da si me sobran como quince años!

¡Un poco de decoro les pediría yo a los que hacen el casting de este tipo de series!...

Pero no sólo la gente de 30 (veintipico) hace de adolescente. Lo más curioso es que los papeles de personajes de entre 30 y 40 años, los hace gente de veintipico. Con lo que se da la curiosa situación de que los adolescentes y los profesores, por ejemplo hablando de la serie de antes, tienen más o menos la misma edad en la vida real. Y por mucho que los maqueen, se nota. Y se nota mucho.

Quizás todo sean síndromes del director de casting o directamente "estiman" que el espectador no se dará cuenta. Porque no se trata sólo de quitarle o ponerle arrugas a alguien. Los gestos, la pose, la actitud, el tono y modo de expresión nos orientan sobre la edad aproximada de las personas. No siempre es así, pero existen unas pinceladas generales que sí dificultan que un treinteañero pase por 20.

Total... que para la próxima audición de la Lolita de Nabokov, que seguro es en La Laboral (jajajaja), me presento seguro...

NECESITAMOS A LOS SABIOS

Dicen algunos que estamos viviendo la crisis de las conciencias y que ni las nuevas tecnologías evitarán que necesitemos de nuevos pensadores. Intelectuales modernos que planteen nuevos postulados, ideas para organizar el caos de la globalidad y sus imprevisiones. Dicen que lo que necesitamos son economistas. Otros advierten del peligro de dejar sueltas a las ovejas del rebaño social y sugieren que busquemos hombres de estado (que no mujeres, ni siquiera existe la expresión -y luego hablan de ciudadanos y ciudadanas...). Figuras con suficiente carisma y autoridad para reestructurar las conciencias.



En vez de tirar piedras al aire, por qué no hacemos un estudio de situación y vemos de qué podríamos tirar. De qué hilo estamos sujetos al pasado. Con qué podemos enrollar la madeja? Y hoy, me he vuelto a encontrar con el programa más veterano de la televisión: Saber y Ganar. Me recuerdo viéndolo, de adolescente, pensando a veces que eran todos unos geaks y otras que yo también quería saber todas esas cosas. Este año ha cumplido 3000 programas. Lleva en antena desde el 97 (no era tan adolescente entonces) y ha acompañado a toda una generación, que hoy se sienta cada día frente al sofá a disfrutar con los trapos sucios de Belén Esteban. Algunos, doy fe, han cambiado un formato por otro.



Este insignificante hecho es una base de estudio perfecta para descubrir qué tipo de sociedad hemos construido. Esa que llaman en crisis, desprovista de sus valores tradicionales y perdida en el ancho mundo ético de las redes globales...



Belén Esteban es lo de menos... desaparecerá... Sin embargo, Jordi Hurtado, el presentador de Saber y Ganar sigue en pie, 13 años después. Con los mismos contenidos, la misma audiencia, el mismo formato...



A esos fieles que han sabido migrar intelectualmente de una generación analógica a una digital. A los intelectuales. A ellos habría que preguntarles. Si no al Imperio Occidental le quedan tres telediarios. Baste recordar cómo acabaron los grandes imperios de todos los tiempos, cuando dejaron de escuchar a sus sabios...

LA MUSICALIDAD DE LOS COLORES

Me he despertado pensando cómo las nuevas tecnologías se han ido apoderando de mis sentidos. Puedo observar, escuchar e incluso sentir a través de una línea de adsl. Había leído hacía tiempo que existen dispositivos digitales que te permiten incluso oler. Quizás alguien esté desarrollando, en este mismo momento, alguna interfaz para sentir los besos. Seguramente, en pocos años, en vez de levantarme y actualizar un blog, me despertaré, alargaré la mano y tocaré la mano de quien me apetezca aunque estemos a millones de kms de distancia...

¿Quiero yo eso? Renunciar a la espera, la expectación, la incertidumbre, la imposibilidad, la lejanía, estar perdido y encontrarse, buscar sin llegar a nada, quedarte sordo...

Os traigo una historia de cómo podrían ser nuestros sentidos digitales. Había visto a este tipo una noche en el programa de Buenafuente. Una de esas personas que se te quedan grabadas. Se llama Neil Harbisson y es el primer ser humano al que reconocen como cyborg: una criatura compuesta de elementos orgánicos y dispositivos mecánicos, que le permiten mejorar las capacidades de su parte orgánica. Es una versión humana de una especie de Terminator.

Neil padece acromatopsia, ve en blanco y negro. Así que ha diseñado una diadema que lleva siempre en la cabeza, de la que pende una cámara conectada a un ordenador portátil. Un programa le traduce los colores en notas musicales y así puede escuchar en tiempo real todos los colores que de otra manera no percibiría. Cada nota musical es una tonalidad de color. Podéis visitar su web, que es muy interesante, y descubrir un poco el mundo de un cyborg sonocromático, como se define él mismo.

http://www.wix.com/eyeborg/neil-harbisson

Es alucinante comprobar cómo la tecnología puede sustituir un sentido por otro. De alguna manera, uno se siente aliviado, pero también alarmado... ¿Cuál es el futuro de nuestros sentidos? ¿De qué manera el desarrollo tecnológico puede alterar, mutar e incluso sustituir nuestra experiencia sensorial del mundo físico?.

En la entrevista de Buenafuente, Neil explicaba que su sensación de cuanto le rodeaba era básicamente auditiva-sensorial. Que cada uno de nosotros somos una melodía de una canción, con notas de colores.

Lo definió algo así como

"Una melodía de colores..."

EXPATRIADOS POR EL MUNDO

Curiosamente, expatriado es un sinónimo de exiliado, si seguimos la definición de la RAE. Esos españoles en el mundo, del reality show de la 1, por los que muchos de nosotros nos cambiaríamos sin dudarlo. ¿Quién no quiere vivir una vida de ensueño en un país exótico?... Esos que parecen tan felices, que nos venden las maravillas de irse del país. Esos que nunca pensaron que ser expatriado no significaría "ejecutivo extranjero residente". Esos que tuvieron éxito. Esos que los directivos de televisión, marionetas de nuestro querido presidente, han convertido en modelos. En los referentes de una sociedad con ganas pero muy mal-tratada.

Esos señores y señoras (que no importa la duplicación lingüística, sino ser muy progre y poco sexista, en la lengua... no os vayáis a pasar...) tienen la condición de expatriados en sus países de acogida. Es decir, por mucho que se suponga que emigran porque quieren y les apetece. Y tengan mucho éxito, vivan muy bien, nos dén mucha envidia y canalicen las ganas de viajar de una sociedad que ya no se lo puede permitir (disculpad la generalización), viven fuera de su patria. Patria entendida como Asturias, Madrid, Aragón... No olvidemos que la 1 le "compró" los derechos de "autor" a "Madrileños por el mundo". Y hoy, casi cada comunidad tiene su propio programa de asturianos, cántabros o gallegos por el mundo. De hecho, muchos de ellos son anteriores a la edición nacional. Así que dónde están y qué hacen nuestros vecinos parece ser el leit motiv de este programa...

Qué pena que un programa de cotilleos se haya convertido en un programa publicitario de viajes... Y qué dolor que nuestros mandamases lo utilicen como terapia psicológica para amansar a las fieras... Qué pena que sólo sea un instrumento de manipulación política... Qué dolor que la audiencia vaya a pensar que ese mundo repleto de historias exitosas es la representación de la vida de la mayoría de nuestros emigrantes.

Porque sí, son, somos emigrantes. Cuando nos vamos de nuestro país somos emigrantes, incluso muchos de nosotros somos exiliados. Porque algunos todavía viven fuera de Spain por motivos políticos que, en definitiva, están en la base de la realidad económica que, en muchos casos, es el principal motivo de emigración. Y aunque este debate podría ser interesante, es mejor ver lo bonitos que son los paisajes de Polinesia y lo bien que se vive allí... Mejor no pensarlo, aunque te lo cuenten, aunque haya miles de foros de españoles que viven por el mundo. Que denuncian el idealismo e irrealidad de la imagen de los españoles expatriados que muestra la 1.

Pero creo que la propia directora del programa ni se entera, o se quiere enterar, del tema. Lo típico, vagancia... En diversos forsos se ha criticado al programa por entender que ofrece una visión idealista de la emigración. Según unas palabras de la señora que me he encontrado por la red, "la emigración española ha cambiado mucho, ya no es como cuando por necesidad te veías obligado a buscar el sustento en otro país". YA.... Claro, claro... a ver, no somos pobres de solemnidad pero que muchos españoles se van a buscar el pan a otro país y trabajan de camareros y no les dejan entrar en bares porque son "morenitos"... ¿Eso no se comenta?

Y sigue la señora... "En el programa, nosotros tendemos a nutrirnos de españoles emprendedores, de los que les ha ido bien. Ahora los españoles emigran porque quieren, por amor, por el crecimiento profesional; no porque existan situaciones en el país que les den una patada". YA... Claro, claro... Las noticias del telediario son siempre malas, los programas hablan de lo mal que le va a éste o aquél en la vida... en general, lo malo vende... las noticias buenas no... PERO... ¿para promocionar lo que no es España sí vende lo bueno? (Siempre igual)

Además por qué habríamos de marcharnos con los salariazos que tenemos aquí... CLARO QUE NO EXISTEN SITUACIONES EN EL PAÍS QUE NOS DÉN UNA PATADA...

De momento, sólo EMPUJONES.

Pero dicen que para ser expatriados, no emigrantes...