Quiero una televisión mágica. Una pantalla que me permita ver todo lo que quisiera mirar. Que proyecte mis expectativas televisivas, con la que establecer algún tipo de nexo telequinésico. Como si yo misma fuera director, guionista, actor... todo en uno... y el plasma me devolviera en imágenes las películas que yo me creo. A veces pienso que tanta revolución tecnológica no me sirve para lo esencial. Para traducirme. Por eso quiero una caja de imágenes inteligente, que reconvierta mis ondas cerebrales en series, cortos, anuncios... en pequeñas piezas audiovisuales que aligeren la pesada carga televisiva de frustraciones y críticas.
Quiero que mi pantalla mágica sea un espejo al mismo tiempo, para reírme de mi misma mientras transfiero por bluetooth mi espectro mental. Verme haciéndome mi propia película inmediata. Así que si alguien me pregunta qué quiero ver en la televisión... le contestaría que sólo quiero mirar para cubrir mis necesidades, que para eso se creó la televisión ¿no?
jueves, 12 de agosto de 2010
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