Esta tarde he visto por primera y última vez el nuevo programa de las tardes de Cuatro: ELÍGEME. Un dating show importado una vez más del mundo anglo, que pretende ser "fresco y divertido" (aseveración fantásticamente mediática, que podréis ver desarrollada en el artículo que os linkeo más abajo). Y, sí señor, es realmente fresco. Es la característica principal de un programa copiado y de un género explotado últimamente en las teles hasta la saciedad. Si habéis visto ese otro maravilloso y enriquecedor espacio de las tardes de Tele5, Mujeres y viceversa o Hombres y viceversa, o como quiera que se llame, y os parece deleznable. Pues ya podéis cebaros con ELÍGEME. Es más o menos lo mismo, pero a lo feo. O sea, que las tías son normales tirando a feas y los pretendientes son raros tirando a chungos. Hombre, por lo menos, no parecen modelos que van a hacerse famosos a la tele. Pero como espectador borrego, casi que lo prefiero, al menos resulta más estético.
Total, que tenemos esas mujeres "frescas y divertidas" haciendo preguntas sosas y tíos simples dando respuestas sosas. Pero lo mejor es el presentador, ese archifamoso cantante llamado Carlos Baute, que lo mismo le baila el agua a una mujer de la edad de su madre (véase Marta Sánchez) que te presenta un programa. El pobre lo debe estar pasando fatal porque las concursantes no pillan su acento caribeño, ese feeling venezolano que irradia se pierde en la apatía y estupefacción de las 24 tías allí plantadas que tienen hielo por sangre. Y ahí tienes al muchacho, paseíto pa´cá y pa´allá luciendo palmito, sonrisitas y buscando complicidades... y las muchachas mirándole con cara de "estás muy bueno, pero no te pillo el rollito". Y él dale que dale, que si os gusta nuestro concursante, que si "bueno pero que lleve esa chaqueta no quiere decir que sea formal, luego se la quita y ya queda mucho más nice y sport, mi muchachita linda".
Un cuadro de programa. No hay por donde pillarlo. Yo le auguro tres telediarios, ¿quién da más?